viernes, 20 de mayo de 2011

Opus 69 No. 2

Un chico bien vestido, sentado en el borde de la cama de su novia. Le habla con una voz suave y quebrada.
 Ella está sentada en una silla de madera, de espalda a él, a pocos centímetros, encorvada, mirando para abajo en el medio de su cuarto.
Hey,  te hablo despacio porque mi voz está lastimada.
Hey, veo que todavía tienes los peluches que te regalé.
Hey, te acuerdas tan patentemente como yo, cuando nos conocimos?
Tu silencio me hace pensar que no me estas escuchando.
Hey, me acuerdo la vez que me presentaste a tus padres, que nervios! por dios!
Hey, nuestra infancia, las cartas que nos mandábamos.
Hey, la vez que lloraste porque tu perro había muerto.
Cuantos recuerdos, perdón, hoy me puse nostálgico, pero si no quieres hablar está bien.
Hey, te acuerdas cuando nos emborrachamos en el boliche?
Hey, que rico huele tu habitación, supongo que habrás encendido las velas aromáticas que tanto te gustan
Hey, aquellas lluviosas noches de sábados que nos quedábamos viendo películas.
¿Te acuerdas? ¿Estás recordando conmigo o no me estás escuchando?
Hey, recuerdo los deliciosos canelones que hacia tu madre.
Hey, cuando estabas contenta porque habías aprobado el final de filosofía.
Hey, cuando fuimos de vacaciones a la playa.
Creo que no me estas escuchando, no dijiste ni una palabra.
Hey, o acaso ya te olvidaste la vez que salimos del cine, había una hermosa luna llena y llovía torrencialmente.
Hey, cuando te contagie mi gusto musical por Chopin.
Hey, cuando me quebré el pie y la primera persona en escribirme el yeso fuiste vos.
Por favor dime algo, necesito escuchar nuevamente tu voz, no me dejes hablando solo como un loco.

La chica de largo y sedoso cabello oscuro no emite palabra alguna, solo se escucha su  llanto y una lágrima cae en la foto que tiene en la mano.
 El chico parece no escuchar su llanto.





martim

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