miércoles, 27 de abril de 2011

Radioactividad

Lucas de 7 años y Joaquín de 9 años están sentados dentro de un fuerte, en un banquito alargado, hecho con dos cajones de gaseosa y una madera. Ellos mismos lo construyeron con tablas de maderas y pedazos de chapas. La puerta está cerrada con una madera que la atraviesa.
Decidieron hacerlo en el jardín de Lucas después de haber escuchado las noticias en la televisión: “el apocalipsis está muy cerca, porque en Japón explotó un reactor nuclear y la radioactividad es muy peligrosa e iba a llegar a la Argentina”.
Solo tienen 3 botellas de agua y algunas golosinas adentro de una bolsa, papas fritas, palitos salados, chizitos, alfajores, chupetines y muchos caramelos.
Lucas asustado lo mira a Joaquín y le pregunta:
- ¿cuánto tiempo crees que tendremos que quedarnos  acá?
-la verdad,  no tengo idea, espero que este fuerte nos salve de esa maldita radioactividad. Hay que cubrir todos los huecos posibles para no dejar ningún agujerito, ya que esa radioactividad podría entrar por cualquier lugar.
 Entonces los dos se ponen a tapar los pequeños huequitos que dejan las maderas con algunos cartones  y bollitos de papel. Se mueven con cuidado para no romper nada, luego se sientan.
-por lo menos compramos algo de comida para aguantar estos días.
-esas dos botellas de agua creo que no van a alcanzar, tendríamos que haber  traído más.
Después un rato, Lucas ya cansado, aburrido de estar sentado, se para y empieza a moverse. Joaquín lo mira y le advierte que se quede quieto. Cuando termina de decir eso, Lucas se da vuelta bruscamente y con su codo golpea un pedazo de madera de la pared y la saca de lugar, dejando así entrar un rayo de muy sol luminoso. Los dos se miran con ojos grandes, con cara de susto e inmediatamente Joaquín muy desesperado se para y coloca de nuevo forzosamente la madera en donde estaba, después muy agitado le dice: - ¡no! ¡Que hiciste! ¡Te advertí que te quedaras quieto! La radioactividad pudo haber entrado!
Luego se sientan los dos, aterrados, muy agitados, respirando con la boca abierta, pasan algunos minutos, se calman un poco y Joaquín le pregunta a Lucas:
-¿Habrá entrado la radioactividad?




martim

sábado, 16 de abril de 2011

Charles Chaplin

Hoy 16 de abril, un día como hoy, nació el señor Charles Chaplin (16 de abril de 1.889 - 25 de diciembre de 1.977), lo recordamos por su infinito talento, su compromiso social, sus ideales humanos y politicos, y sus grandes obras. Él era un increible actor cómico, productor, compositor, director cinematográfico y escritor inglés mejor conocido por sus populares interpretaciones durante la época del cine mudo. Desde entonces, es considerado como una de las figuras más representativas del humorismo. Llegó a filmar aproximadamente 90 peliculas, entre ellas: "Kid auto races at venice  (1914), La quimera del oro (1925), Luces de la ciudad (1931), Tiempos modernos (1936) y El gran dictador (1940).

Su cuerpo se fue, pero sus obras se recordaran por años y años!!!!

Laaaaaarga vida a Charles Chaplin!!!!!!

domingo, 10 de abril de 2011

"No existe el bien: la virtud sólo es una de las caras del terror. Cuando el hombre lo entiende, se da cuenta de que este mundo no es otra cosa que una broma de Dios"



"Cabeza, corazón y estómago son las tres facultades del alma que otros llaman inteligencia, sentimiento y voluntad. Se piensa con la cabeza, se siente con el corazón y se quiere con el estómago"



"¿Cómo podeis conocer si no pecais, si vuestro conocimiento no es pecado?. El conocimiento que no es pecado no es tal conocimiento, no es racional"


Fragmentos de "Niebla" de Miguel De Unamuno

















martim

miércoles, 6 de abril de 2011

Dinner at eight

Ya es de noche, hay una luna preciosa, blanca y brillante que baña de luz toda la ciudad, hace frio y se acercan nubes anunciando tal vez alguna precipitación.
El cansancio del doctor se le nota en la cara a simple vista, habrá tenido un día bastante duro.  Entra a trabajar a las ocho de la mañana y sale a las 5 de la tarde.
 Son las ocho de la noche, él se sienta como todos los días a cenar, ya es una costumbre  que cene temprano, siempre a las ocho, es muy puntual. Llega del hospital, se cambia de ropa, se da una ducha espumante y relajante; después se dispone a cocinar.
Está vestido con unas pantuflas  blancas de  algodón muy cómodas, un pantalón negro con una tela muy suave, una camisa blanca, obviamente de marca ya que el doctor es muy selectivo con su ropa, a pesar de  estar  un poco viejita  se conserva muy bien; está un poco manchada en la parte de la manga de su brazo derecho, es  salsa, supongo que se habrá manchado cuando estaba cocinando su bistec con papas.
La comida ya está lista, servida en el plato y por lo que veo está muy apetitosa, no tengo ninguna duda que no lo esté porque él cocina muy bien, desde chico siempre le gustó cocinar,  siempre  ayudaba a su madre en la cocina, también se memorizaba todas las recetas que élla hacía, iba a hacer las compras y soñaba con algún día ser un buen chef, cuando  cocinaba con su madre  siempre se ponía un gorrito alto, blanco de cocinero.
El doctor ahora vive solo, en un departamento hermoso y grande  que está muy bien decorado, tiene muy buenos gustos. En el living tiene unos sillones grandes de cuero negro, muy cómodos, hay unas lámparas de formas muy raras que no iluminan mucho pero le da un toque de elegancia, tiene un televisor plasma conectado a un sistema de sonido de última generación ya que le encanta la música, sobre todo durante la del periodo romanticismo, al costado tiene ubicada una bonita biblioteca llena de libros de medicina, literatura universal, filosofía y astronomía de todo el mundo. El piso esta alfombrado, es de color blanco, limpio como siempre suele estarlo ya que el doctor se ocupa todos los días de pasar la aspiradora, es un poco obsesivo con la limpieza. El mueble de la biblioteca donde en el medio también está ubicada la televisión, está  reluciente, no tienen ni un gramo de polvo. Todo el departamento entero está muy limpio y ordenado. Las paredes están pintadas de blanco como el algodón, donde se posan unos cuadros impresionistas muy lindos y refinados, uno de ellos es de Claude Monet, famoso pintor francés impresionista, se ve a unos pescadores en sus barcos con una hermosa alba, el rojo sol se refleja bellísimamente en el  rio.
En esta cena de las ocho lo noto al doctor algo tranquilo, relajado, sin preocupaciones, aunque con el cansancio diario y normal, sentado a la mesa; su plato esta encima de un individual con unos dibujitos de elementos de cocina, los cubiertos que están al lado del plato son de plata antigua, también puso arriba del plato a pocos centímetros una copa  ancha de cristal de murano, en el borde de la misma brillan unos hilos dorados.
 Para su cena de hoy, colocó un vino muy fino que guardaba desde aquella vez que vacacionó en Francia, es una botella bastante protuberante así que no creo que termine de tomarlo todo.
Me confunde tanto preparativo, parece una cena especial, no entiendo bien por qué, si hoy es un día de semana, el doctor mañana tiene que levantarse muy temprano, la verdad  no se bien, tal vez el doctor quiere darse un gustito nomas.
La vida del doctor, se volvió bastante rutinaria, pesada y aburrida después que se separó de su novia, se nota en sus ojos su infelicidad. Ella era dulce, cariñosa, compañera, simpática y muy linda, tenía unos ojos verdes hermosos muy llamativos, un cuerpo muy estilizado, ya que iba seguido  al gimnasio, unos labios carnosos y una hermosa cabellera castaña clara.
Me acuerdo que los dos se acostaban en el gran sillón donde cabían cómodamente, y abrazados miraban películas románticas, de drama y de suspenso, pero las que más les gustaban  eran las románticas. A la noche, todos los fines de semana y algunos pocos días de semana también, salían a comer a esos restaurantes lujosos. En sus caras se les notaba profundamente el enamoramiento que sentían, caminaban contentos por las calles, siempre se decían uno al otro que se amaban, lo repetían una y otra vez, seguido de largos besos. Daba la sensación de que fueron nacidos uno para el otro, es más, vivían mandándose mensajes de textos y en los ratos libres el doctor la llamaba para preguntarle como estaba, que hacía, si lo extrañaba, que la amaba, esas cosas que se dicen dos personas enamoradas. Una de las cosas que no puedo negar era de que era muy caballero con élla, siempre hacia cosas para hacerla sentir bien. Fue trágico y triste verlos cuando se separaron, muy lastimados sentimentalmente quedaron los dos del dolor y la angustia que sentían era muy predecible cuando alguien los veía.
En realidad no se bien fue lo que paso, cuál fue el motivo, después a ella no la vi más, nunca más entro al departamento, ni siquiera quedaron como amigos, así que tuvo que ser algo muy delicado.
El doctor  decide finalmente empezar a comer, primero baja la cabeza, junta las manos y pide a Dios que bendiga la cena, después se acomoda la servilleta enganchándola con la camisa en su cuello, todavía se siente el aroma exquisito de la comida; toma su tenedor, pincha la carne, que fácilmente entra, después toma el cuchillo y empieza a cortarla en trozos chiquitos, se mete el primer bocado en la boca y con énfasis expresa una mueca de satisfacción, sigue comiendo  acompañándolas con las papas que están bien doradas, después se detiene, se limpia la boca con su servilleta y prueba su sofisticado vino que también le parece  muy sabroso. Come callado, de manera muy elocuente y educada. Siempre fue fino a la hora de comer.
De pronto un corte de luz lo sorprende mientras saboreaba uno de sus bocados, se queda inmóvil por un rato, después se para y dice: -de ninguna manera un corte de luz me va a arruinar esta maravillosa cena.
 Entonces va a buscar cuidadosamente, para no golpearse, un par de velas que tenía en un cajón del living, mete la mano en su bolsillo izquierdo, saca un encendedor, las prende, alumbrándose busca algo donde apoyarlas, encuentra unos ceniceros chiquitos en el cajón de su mesita de luz, entonces vuelve a la mesa, coloca los ceniceros en ella cerca de su plato, a unos pocos centímetros, con las velas encendidas, se sienta y continua comiendo.
Ya casi terminando de comer sus últimos bocados,  su botella de vino está mucho menos de la mitad de llena, lo cual me sorprende, sus últimos bocados los disfruta de una manera estrepitosa, luego agarra la botella, la vuelca completamente en su copa de boca ancha, la toma con el dedo meñique y anular, y la vacía en un instante en su boca. Después con el tenedor pincha el ultimo bocadillo de carne que le quedo último en el plato, lo lleva suavemente a su boca, lo saborea mucho y corta un pequeño trozo de pancito, lo sumerge en la salsa que le quedo en el plato y finalmente se lo come.
Al parecer el doctor quedó satisfecho, complacido por la cena; se limpia la boca con la servilleta, luego la apoya en la mesa,  emite una pequeña, y macabra risa y luego dice: -Hoy fue un día especial, es una perfecta noche, con una luna llena, con una perfecta cena, la carne al final me salió muy sabrosa, de verdad no creí que iba a saber tan exquisita,
 Humm…. por un lado me da pena, ella era tan dulce y hermosa, pero a mí nadie me rompe el corazón!.



martim

La muerte


Rituales rinden ofrendas que adoran a la mujer negra
Bailes, danzas, comidas para solo traer su simpatía
Locura desmesurada les absorbe devotamente
Por aquel acontecimiento inevitable de cada día.
Cobra castigos, cobra condenas. Ella tan fría se los lleva.
 Justa o injustamente, con o sin razón aparente
Roba almas, rompe  sus gruesas cadenas aferradas a la vida
A los pobres  humildes como a los ricos mediocres.
Miedo, locura, maldad, y mentira
 Sentimientos que la alimentan
Vomita perdones de masivos corazones
Ojos de piedra. Desalmada se sienta
A observar morbosamente  al amor como se estropea
 Oídos sordos, infinita existencia
Alma vacía invisible a tristezas.
Devoradora de sueños. Ella es tan cínica.
 Quebraste un amor pasional como el de millones,
Pero gracias a ti son conocidos varios mitos
Como romeo y Julieta que por tu culpa  se han ido.
Aunque sabiendo que tu apetito voraz no podré calmar
Solamente te pido una cosa,
Que dejes las almas en paz, solo por esta vez.
No cenes esta noche.
Demasiadas almas inocentes tapan el ocaso.

Solo me queda en no pensar en tu existir
Solamente imaginar que no vendrás,
Para aprovechar mí tiempo sin derroche
Y volar lejos de este mundo,
 Muy lejos de la realidad.
Inventarme un mundo utópico mental,  
En donde no existan relojes y carezca de oscuridad.


martim


Vuelvo

Vuelvo a la vida, nuevamente me vuelvo a reir,

Siento por primera vez el deseo de sentir,
El afán de nuevamente escucharte oír,
La oscuridad desapareció, se fue para no volver jamás.              
Estuve entre lazos espinados,
Y entre las espinas me corte,
Tuve heridas muy profundas,
que con el tiempo se curarán si te quedas a mi lado.
Mírame a la cara, mírame otra vez
Escucha mis plegarias
Mírame dentro de mi nuevo retrato sin marco
Y metete en mis ojos.
Paranoico perseguido
No comentes que nos entristece.
Sin duda hoy el sol brilla para tí
El arcoíris te regala sus colores,               
La melodía que se escucha a lo lejos
Te homenajea dulcemente,
Y las flores te inundan con miles de olores.
       

martim

martes, 5 de abril de 2011

Oso blanco

En una fría mañana, muy lluviosa y con muchos truenos,
Estaba durmiendo cómodamente, cuando de repente,
Unos tremendos golpes hacia la puerta de entrada me despertaron
Asustado abrí bien grande mis ojos, y de un salto me levanté de la cama.
Era raro, en la casa estaba solo y no esperaba a nadie ese día.
Mientras me ponía el pantalón, los golpes no paraban de sonar.
Eran tan fuertes que hacían vibrar los vidrios.
Desesperado pegué un grito: “Ahora voy”
Después de ponerme  los pantalones fui a averiguar quien era.
Me acerqué a la puerta, miré por el agujerito
Pero no logré ver a nadie.
Aunque los fuertes golpes se seguían escuchando uno tras otro.
Pregunté ¿quién es?, pero nadie contesto.
Por un momento dude en abrirla, el miedo me acobardo un poco.
Hasta que me decidí firmemente a hacerlo.
Tome la llave que estaba colgada en la puerta
Y la coloqué en la cerradura.
Giré la llave, abrí la puerta con lentitud.
Y observé  a un oso blanco, era como de mi tamaño,
Parado del otro lado de la puerta, con frio y todo mojado.
Pude observar  lágrimas en sus ojos, definitivamente estaba triste.
Al verlo me sorprendí, me quedé  shockeado por unos segundos,
Luego mi miedo desapareció un poco, nos miramos a los ojos
y me doy cuenta  que al verme se sentia un poco avergonzado.
Entonces abrí más la puerta y con mi mano derecha le hice una seña
Como diciéndole que entre, ya que no me dejo decir palabra alguna.
El oso vio la señal y con muchas ansias entró a la casa,
Yo cerré la puerta y fui directo a buscar una manta para que se secara.
Después de que se la di, fui a prepararle una chocolatada caliente.
Lo invite a sentarse a la mesa.
Los dos nos sentamos a tomar chocolatada.
Hasta que lo mire a los ojos y le pregunté: - ¿Qué te pasó?
El me miró y dijo con una voz quebrada:
- me escapé del zoológico, los humanos me tenian atrapado.


martim

lunes, 4 de abril de 2011

Conversación de locos

Loco 1: hola, cómo estás?
Loco 2: cómo te sientes a cerca de la muerte de tu madre?
Loco 1: Ah! Tragedias si las hay!  Pero ya mismo me encargue de que los días intensamente sufribles terminaran.
Loco 2: me acuerdo aquel día cuando le lleve unas masitas finas, preparadas por mí, especialmente para ella.
Loco1: me acuerdo de aquel rojizo ocaso, simulando un incendio en el cielo, como prediciendo algo.
Loco 2: el otro día mientras  escuchaba mi disco favorito, imaginaba su pelo y su rostro al revés. Todas mis consolaciones hacia tí.
Loco1: el color oscuro de su alma se  apagó, tiño su mar y enfrió su porcelana. Mis lágrimas están frías, o mejor dicho estaban, pero mi conciencia está tranquila porque fue lo mejor que pude haber hecho por ella.
Loco 2: cambiando bruscamente de tema. ¿Cómo estuvo tu día hoy?
Loco 1: y… fue un día lluvioso. El teléfono sonó muchas veces, pero no atendí en ninguna oportunidad, no tenía ganas de hablar con nadie.
Loco 2: me lo imagino. Últimamente los días que pasan no son buenos, tantos sucesos que ocurren  te destruyen el cerebro y también el autoestima. Se me ocurre algo, por que no venís para mi casa y charlamos mientras nos tomamos un rico café.
Loco 1:es una buena idea, y de paso discutimos por los demás planes.


martim

domingo, 3 de abril de 2011

La condena del amor

Con lazos te posee, sin poder escapar.
Nadie escapa, pocos son los que lo pueden controlar.
Escudo de hierro en tu corazón crees que necesitarás.
Tu alma envenenada, ya esclava, no te deja ni siquiera pensar.
Preso en ese mundo de fantasía.
Con el corazón enfermo y anestesiado.
Alucinas bienestares paradisiacos, que terminarán
Trágicamente como una novela ya escrita por algún desafortunado.
La muerte, extorsionadora de los buenos espíritus.
Ansia desesperadamente inocencias.
Se alimenta de lágrimas negras, sangre y almas purificadas.
Sin saberlo al final del camino te la encontrarás.
Pidiendo perdón en el camino de lechos vas a estar.
Lamentable situación, en la que no hay vuelta atrás.
Por más que intentes remediarlo, escapar, engañar,
Los ensueños imaginados eran su artimaña para poderte atrapar.
La tragedia gana en el juego del amor.
Es la que conoces los trucos, la que no siente compasión.
Por cierto, ¿hay alguna otra cosa más poderosa que el amor?
Risas macabras vomita con sudor.
La tragedia oculta detrás de árboles, espera el momento adecuado,
Para en su rito desangrar tu corazón cual anteriormente estuvo hechizado.

La historia llega a su fin una vez más.
Transcurre en la vida como  todos los días.
La vida precede al encuentro,
El encuentro precede al amor,
El amor precede al conocimiento
Y el conocimiento precede a su más temido horror.


martim

Finas Ratas

En un lugar desconocido debajo de la tierra, en una especie de cueva,  con mucho olor, las ratas  como de costumbre se juntan a merendar, a tomar el  té de las cinco, como todos los días.
 Se sientan en una bonita, brillosa y pesada mesa de madera de algarrobo, media petisa, que se adapta perfectamente al tamaño de sus cuerpos, que está colocada en el centro de la cueva,  donde se ubican unas sillas también de madera, con las patas cortas, y en  el asiento hay unas  almohadillas turquesas aterciopeladas, en el borde tienen unas costuras de oro, y están amarradas a las sillas para que no se caigan al piso.
 El piso es de tierra, no muy limpio pero si barrido ya que una de éllas  se encarga de la limpieza, es la que siempre mantiene todo ordenado, limpia la mesa, las sillas, y se fija que todo esté en su debido lugar, éllas son muy obsesivas con la limpieza, aunque en general con todo, sus modales también parecen de Ingleses, el vocabulario que tienen es muy elocuente, se hablan con mucho respeto una a las otras, muy, pero muy pocas veces alguna de éllas  levantó la voz para hablar, o mucho menos para decir alguna grosería, o algo fuera de contexto, aunque son  egocéntricas e irónicas a la hora de hablar, tampoco  nunca las vi pelearse ni discutir entre éllas, creo que si alguna llegara a insultar a otra, a tratarla mal, la rata jefa se enojaría mucho y no sé qué podría llegar a pasar, nunca la vi enojada, pero la primera impresión es  de tener un  carácter fuerte, élla es rigurosa con todo, ya sea con la limpieza, la comida y los modales; se sienta en la punta de la mesa; también es la que da las órdenes a todas las demás y se encarga de transmitirles sus conocimientos, porque es la más vieja y la que más experiencia y sabiduría tiene. Es de cuerpo grande, más grande que las demás, tiene su pelo un poco más largo, liso, bien blanco y pomposo, ni un gramo de tierra se posa en su pelaje, se encarga de estar siempre limpia y arreglada, es muy cuidadosa en sus detalles personales, se mira mucho al  espejo y usa muchísimos perfumes carísimos de distintas marcas.
Las demás  son bastantes coquetas pero no tanto como la jefa. La rata número 2 es la que se sienta al lado de la jefa,  la adula bastante, es la que primero le dice que se ve bien, que es bellísima, la alaga todo el tiempo, le tienen bastante recelo  por ser tan obsecuente,  la miran de reojo, aunque sin decir una palabra porque saben que si les dice algo, le va a contar a la jefa y va a ser solo para ocasionar problemas.
 La rata número 3 se sienta al lado de la rata número 2 es la más charlatana,  muy inteligente, delgada y con las uñas perfectas, es una obsesiva con  sus uñas, está todo el día puliéndoselas, sacándoles  brillos y mirándose las manos, se pinta con un esmalte color rojo carmesí todos los días, tiene sus uñas bien afiladas, bien cortaditas, siempre tiene las manos limpias y es las que menos ayuda en las tareas porque piensa que se le va a rajar alguna uña o se va a lastimar o a salirle el brillo, o a quebrarse. También se arregla y pinta  con mucho esmero y cuidado las uñas de sus pies, anda con una especie de pantuflas  de felpa color rojo  combinandola con el esmalte de sus uñas. Por la cueva  casi ni camina siempre está sentada cruzada de piernas pintándose las uñas de las manos. Ella es la que propone temas para hablar en la hora del té, se considera más inteligente que las demás.
 La rata numero 4 está sentada al lado de la jefa, también es muy coqueta como todas, siempre anda con sus largos tapados aterciopelados, creyéndose una reina y la más linda, con su mirada nomás se le nota el querer generar esa sensación de envidia en las demás. tiene una hermosa cabellera, prepara unos cocktails que se pone para dejarlo más liso y suave, el perfume en su pelo se siente a varios metros de distancia, siempre anda maquillada, se pinta la boca de color rojo, usa pestañas postizas, tiene un collar chiquito de oro y en el medio  una esmeralda verde.
Y la última rata es la numero 5 que está ubicada al lado de la numero 4, es la más chica, muy callada, observadora, siempre está mirando que hacen las demas, pocas veces opina del tema que hablan las demás, su vocecita es las más chillona, siempre usa una galera en su cabeza color rosa con unas tiritas de telas colgadas, usa pulseras de oro, aunque es la que menos se produce, élla es la sirvienta de la cueva, la que se encarga de limpiar todo, deja todo muy reluciente. Una vez, la rata jefa caminaba por la cueva observando a las demás, se fijó que en la mesa había una pequeña muestra de tierra y  llamo inmediatamente a la numero 5, le ordenó que la limpiara, y le dijo que no quería ver más ni una sola pisca de suciedad  en la mesa ni en ningún otro lugar, desde ese día empezó a fijarse mucho mejor en la limpieza, después no recibió ninguna otra queja más.
Ya reunidas todas en la mesa en su lugar correspondiente,  sentadas con su taza de té de porcelana inglesa cada una,  se miran unas a las otras, algunas tienen espejitos en las manos, también se miran éllas mismas. En el medio de la mesa están ubicados varios platitos que también son de porcelanas,  contienen masitas finas, muy deliciosas, pero hasta que la rata jefa no de la orden de poder comer, las demás ratas tienen prohibido tocarlas.
En un costado de la cueva se encuentra un humano que fue raptado por las ratas, lo tienen encadenado del pie con una cadena muy gruesa imposible de romper. Él está algo desnutrido y sediento ya que no lo alimentan bien, solo le tiran un pedazo de pan de vez en cuando y en un tarrito de plástico le ponen agua, aparenta de unos aproximadamente 30 años, tiene el cuerpo chiquito, sus piernas y brazos muy flacos, tiene barba, la ropa que lleva puesta está muy sucia, está descalzo, sus pies también están sucios, tiene muy mal aliento y hace varios días ya que no se baña Todavía no se sabe con qué propósito lo han raptado.
La rata jefa sentada en la punta de la mesa con un pequeñito golpeteo de manos, como si fuera un aplauso, le ordena a la rata más chica que les sirva el té a todas, incluyo a élla. Esta obedece, se levanta  despacio, camina hacia donde está la rata jefa, toma  la tetera con suma delicadeza  y empieza a servir en todas las tazas, respetando su orden numérico asignado por la jefa; cuando termina de servir, deja la tetera arriba de la mesa, ubicada arriba de un platito, se sienta en su lugar y la jefa con un breve movimiento de cabeza la mira  a la rata número 5 y le dice:  -muy bien, muy bien, ahora si podemos empezar.
Las ratas comienzan a tomar su té, lo endulzan con edulcorante, toman la pequeña taza con el dedo pulgar y el indice, y dejan el dedo chiquito estirado para afuera,  soplan delicadamente el té, se deleitan con masas finas y empiezan a comer, las devoran despacito con sus 2 dientitos, lo mastican muy fuerte.
El humano sentado en un rincón observando como las ratas comen masitas y toman su ya acostumbrado té, empieza a sentir mucha hambre, saca de su bolsillo una mitad de pan sucio, ya duro que le habían tirado hace tres dias que había guardado para cuando sienta hambre, lo limpia con su remera  y empieza a comerlo ferozmente, en 3 bocados lo termina, luego siente una  terrible sed pero ve que su tacho esta vacío, no se atreve a interrumpir a las ratas porque la última vez que lo hizo, una de ellas se paró muy enojada y lo araño todo; ésta reacción sorprendió bastante al humano ya que hacer ese tipo de actos no forma parte de la gran supuesta educación que tienen, solamente le queda esperar a que terminen de merendar para haber si alguna se fija en él.
Mientras tanto las ratas comienzan a hablar entre sí en su idioma sin que el humano pueda entender ni una palabra de lo que están diciendo, hablan y lo miran, empiezan a reírse en tono bajo tapándose la boca. El humano las mira con temor, muy confundido y empieza a molestarle el sonido de esa manera asquerosa y ruidosa que tienen de masticar las masas finas, a los pocos segundos comienza a sentir un fuerte dolor de cabeza, con sus manos abiertas tapa sus oídos y se agarra la cabeza y empieza a moverla de un lado para el otro, piensa para sí solo: - ¿qué me van a hacer?  ¿Para qué me quieren?  ¿Por qué me raptaron?
En uno de sus movimientos con la cabeza, mueve el cuerpo y con la pierna derecha golpea el tarro de plástico vacío y sucio, el ruido interrumpe a las ratas, todas se quedan en silencio mirándolo a él, con sus ojos grandes y rojos brillantes. La rata jefa  murmura con la de al lado, la numero 2, en voz bajita, y ésta se para muy persuasivamente y se dirige hacia el humano., éste se da cuenta que va hacia él y comienza a gritar: -perdón, perdón, no me hagas nada, yo no hice nada. A lo que la rata se le acerca, lo mira de arriba y lo escupe, después se da vuelta, y caminando muy lentamente se dirige a la mesa, el humano la ve que se está yendo, se para muy rápido, la tira de  la cola trayéndola  para él y de espalda la agarra del cuello, y la empieza a ahorcar, grita: - que ninguna se acerque o la mato! Les juro que le rompo el cuello. Las demás ratas que estaban en la mesa observando la situación con mucha atención, ven al humano como la agarra del cuello por la espalda, y con cara de asustadas se paran todas en su lugar y lo miran con cara de desesperación. El humano sigue sosteniendo por el cuello a la rata con su brazo derecho con toda la última fuerza que le queda, intenta adelantarse pero ve que la cadena de su pie lo obliga a quedarse ahí, el dolor de cabeza se vuelve mucho más intenso que antes, tiene la mirada cansada, le cuesta cada vez más y más sostenerla a la rata, sus piernas están muy débiles y se está quedando sin aire. La rata siente como el humano la afloja un poco, abre la boca bien grande y le muerde gran parte de su brazo, el humano emite un grito desgarrador del dolor y la suelta por completo, comienza a gritar desesperadamente mientras ve como la sangre cae en el piso de a chorros, se sostiene con el brazo izquierdo luego se arrodlla, a lo que la rata logra escapar rápidamente, se vuelve a sentar en su lugar, las demás también se sientan, y siguen tomando el té como si no hubiera pasado nada, siguen murmurando y riéndose mientras que el humano está agonizando de dolor, él se saca la remera se la pone en el brazo para no perder  tanta sangre.
Una vez que las ratas terminan de tomar su té, la jefa llama a la sirvienta, le dice algo al oído y la sirvienta va a un cuartito que está casi escondido, después de un rato vuelve con un paquetito, y con varios ceniceros chiquitos, se lo da a la jefa, ésta lo abre, saca un habano, después se lo da a la sirvienta para que reparta entre todas, al mismo tiempo que reparte cenizeros y habanos los va prendiendo una por una, hasta llegar a élla.
Un rato mas tarde empieza a haber una humareda terrible, las ratas acaban su cigarrillo, se levantan todas y se dirigen hacia el humano, éste agonizando y llorando comienza a gritar: -déjenme, déjenme, no me toquen ratas inmundas! Déjenme salir por favor!! Gritaba una y otra vez, con la voz cansada, quebrada; las ratas lo toman entre todas, de los pies y de los brazos, la rata jefa saca una llave de su bolsillo, abre la cadena de su pie, y juntas entre todas se lo llevan para el fondo de la cueva, abren una puerta de madera de forma redonda, entran al cuartito, en un costado se ve que hay una olla gigante con agua hirviendo, con un color medio raro, el humano al ver esa gran olla comienza a tirar patadas, y a moverse más bruscamente tratando de zafarse, pero los intentos son solo fracasos, las ratas lo tienen agarrado muy fuerte, lo alzan bien arriba y lo tiran adentro de la olla.

martim


(perdón por las faltas de ortografía)